Desde el punto de vista cuántico/científico (cuántico
por su nivel subatómico y científico por ser comprobable) el átomo en su
interior esta VACIO, al seccionar sus componentes principales encontramos
subpartículas elementales con la propiedad de volverse ondas (luz) o materia
(partículas).
Un hipotético e imaginario viaje al universo
interior en el vehículo espacial de la mente (meditar) nos lleva a contemplar
desde la seguridad de nuestra cápsula espacial y en calidad de observador
(consciencia) lo que ocurrió hace eones cuando el tiempo, la distancia y la
velocidad no existían…y llegamos al concepto bíblico del génesis; en el principio.
“…en el principio Dios CREO al mundo…y la
tierra estaba VACIA…” Si le damos a la palabra “principio” la acepción de ley,
regla o norma, en vez de utilizarla como sinónimo de “inicio” podemos aceptar
sin que la anterior frase pierda significado que Dios CREO al mundo de acuerdo
a ciertas leyes o principios…ahora bien como observadores imaginarios de este
proceso subatómico, allá en lo más profundo del interior del átomo, podemos
constatar que lo que existe es el VACIO y más sorprendente aún descubrimos que:
“bajo la acción de cierta ley (principio) Dios se AUTOCREO a sí mismo”, ¿tendrá
algún sentido científico esta aseveración?
Dios al tener conciencia de sí mismo dentro
de la nada (vacío) proyectó su imagen a un punto cualquiera de la nada y con
esta proyección se creó la primera manifestación geométrica del mundo; la recta
(línea que une dos puntos) y con ella nació el concepto de distancia, que a
falta de una medida de velocidad por estar en el vacío, carecía de consciencia
de tiempo manteniéndose en un eterno PRESENTE.
Seguimos absortos desde nuestra cabina de
observación y descubrimos que en ese vacío que ahora se ha vuelto consiente,
existen dos puntos equidistantes siendo uno la extensión (reflejo) del otro y
pronto vemos crearse otro punto y otro…y así muchos más! Y vemos como surgen al
unirse, una recta y otra y otra…y se cruzan, se sobreponen y giran formándose un
sinfín de nuevas figuras geométricas que derivan en ángulos, círculos, triángulos,
pirámides, octaedros, etc. Y contemplamos maravillados el proceso de la
creación a partir del vacío...de la oscuridad, de la nada!
Y surge la geometría, la matemática, la
física y otros conceptos regulados por leyes (principios) y con este proceso auto
creativo somos testigos maravillados de la primera y única emoción; el Amor.
Este vacío jamás había sido tan feliz, pues había creado “algo” que ni sabía y
pudo comunicarse con esa extensión de si mismo…y con la otra, y la otra.
Y a las líneas rectas les llamo masculino,
eran directas y formaban ángulos…y de los ángulos surgieron las curvas y las
esferas, y a estas le llamo femenino. Y de la unión de lo masculino y lo
femenino con esta emoción de amor surgió la LUZ…
Y la luz disipó la oscuridad, se propagó en
ondas de energía hacia todos los confines de la nada y cada punto nuevo creado
se volvió consciente y se empezaron a observar unos a otros y la luz a sentirse
observada se densificó y se volvió partícula, pero cuando dejaba de ser
observada de nuevo se convertía en luz…
Y las partículas por la acción del amor se
atrajeron unas a otras y se formaron los átomos y estos a su vez constituyeron enlaces
llamados moléculas con distintos elementos que a su vez formaron nuevos
elementos, entre ellos dos primordiales; el carbono y el hidrógeno.
Seguimos en nuestra cápsula espacial siendo
testigos de la unión de partículas, moléculas y elementos que van formando
cuerpos estelares, galaxias, estrellas, planetas y la vida biológica.
"Y es lo que somos tu y yo. Nosotros somos los soñadores del vacío. Soñamos ideas y el vacío los materializa en su equivalente...Y es así como el vacío/Dios/consciencia vive la experiencia a través de ti y de mi por medio del alma...Somos los viajeros del universo porque somos el movimiento de el"
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