Se trata de un aura imperceptible que rodea
al cuerpo y sobresale a unos milímetros del cuerpo denso, sin embargo un agudo
observador puede llegar a distinguirla a simple vista, según el misticismo, el
doble eterico es el asiento de las “ruedas de energías” o chakras, una especie
de antenas captadoras y transductoras de la energía cósmica en energía calórica
y las cuales tienen un equivalente físico en las glándulas de secreción interna.
Desde la óptica científica el plasma es un
estado de la materia intermedio y fluido, similar al estado gaseoso y podría
resumirse como un “gas ionizado”, es decir un gas cargado eléctricamente. Los parasicólogos
y adeptos a los fenómenos paranormales han definido al doble eterico como una
sustancia blancuzca llamada “ectoplasma” que puede ser apreciada durante una
sesión de espiritismo si las condiciones de temperatura ambiental lo permiten.
Bajo la influencia de un determinado patrón electromagnético
un gas se puede calentar e ioninizarce, ya que cuanto más alta es la temperatura, los
electrones se mueven más rápido y tienden a colisionar. Este efecto causa un
desprendimiento de electrones que producen estructuras como rayos o filamentos eléctricos
que atraen del campo cuántico al cuerpo energético manifestaciones de materia y
energía de vibración homologa.
El doble eterico es básicamente el molde de
todo lo que se manifiesta en el cuerpo físico. Por estar conformado de un una
sustancia tan sutil como es el éter, es más sensible a la influencia de
pensamientos y emociones y la combinación de estos dos elementos imprime una
huella electromagnética que termina densificándose y precipitándose al plano físico.
Es aquí cuando la creación mental se manifiesta físicamente.
También tiene influencia directa en el estado
de salud. Un desequilibrio en el cuerpo energético se refleja en el cuerpo físico
como enfermedades (somatización) y al restaurar este equilibrio se produce el
efecto llamado “sanación”. Antiguos curanderos chamanes han estado en dominio
de este conocimiento durante siglos y lo han utilizado como método de curación
utilizando la ley de correspondencia (lo que se resuelve a nivel emocional y
mental se regula a nivel físico)
El llamado “mal de ojo”, la mal-dición
(desear intensamente el mal), la magia negra y tantos otros fenómenos paranormales
y de ocultismo, no podrían ser efectivos sin la existencia del doble eterico o
cuerpo energético, ya que es a este hacia donde van dirigidos estos efectos y
luego por correspondencia se manifiestan en el cuerpo físico, esto es debido a
que toda emoción, intención y pensamiento no es más que energía enfocada y
canalizada.
El doble eterico, a pesar de ser invisible,
es parte conformante del cuerpo físico. Es decir está formado de un tipo muy
sutil de materia. Por tal motivo solo puede ser influenciado por las leyes
físicas mientras la consciencia opera en el rango territorial de dichas leyes.
Un ser evolucionado funciona en un rango superior de frecuencia vibratoria, ósea
está por encima del campo de acción de las leyes físicas y vive bajo el rango
de las leyes espirituales o “leyes cuánticas” que como ya se ha comprobado científicamente
no aplican para los estados físicos newtonianos.
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